Uno de los principales objetivos de Daniel es transmitir este conocimiento a las nuevas generaciones. En su taller, jóvenes interesados en el oficio vienen a trabajar sus piezas, especialmente para concursos, encontrando en él un mentor y un apoyo constante. Daniel cree firmemente que las artes no solo nos ayudan a desarrollar nuestras habilidades, sino que también nos sensibilizan y nos hacen mejores personas.
El proceso de creación es una pasión para Daniel, desde teñir la cera hasta vestir y maquillar las piezas finales. Su parte favorita es experimentar con formas y colores en la cera escamada, buscando siempre crear piezas únicas y difíciles de replicar.
Actualmente, Daniel está trabajando en establecer su marca, "Venadito, arte en cera". Su visión es que esta marca se convierta en un colectivo donde todos puedan aprender y compartir conocimientos, invitando a nuevos maestros a unirse y enriquecer la comunidad artesanal.
La dedicación y talento de Daniel García Luna no solo mantienen viva una tradición invaluable, sino que también inspiran a otros a explorar y apreciar la belleza del arte en cera. Su historia es un ejemplo de cómo la pasión y la perseverancia pueden revivir y transformar una antigua tradición en un legado duradero.