El crepúsculo se desvanecía entre nubes grises, pintando el cielo de un suave tono púrpura, cuando Elena salió de su hogar. Tenía el cabello negro y los ojos serenos, donde se reflejaban sueños lejanos. Desde niña sentía un impulso irrefrenable por conocer el mundo, recorrer caminos nuevos y abrazar la vida con la fuerza de …