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Cuando Oaxaca se Electrificó: El Viaje de La Culebritica

Hace tiempo, durante uno de esos bamboleantes viajes en los destartalados autobuses de la ruta Carapan-Zacapu, el chofer, en un gesto de camaradería musical, nos deleitó con una peculiar selección de canciones. Era una mezcla ecléctica: baladas poperas en español de principios del milenio y rudimentario reguetón, el combo nostálgico perfecto para quienes crecimos con esa banda sonora. Entre todas las piezas, hubo una que se quedó resonando más de lo habitual en mi cabeza: La Culebritica, de DJ Vampiro.

Esta pieza de música electrónica es, en esencia, un remix del tema grabado por Isidro Vargas y su grupo Los Guapachosos de la Costa. La versión original, fue dada a conocer alrededor del año 2000 en Pinotepa Nacional, Oaxaca, lugar de origen de Vargas y también de DJ Vampiro. Inspirado por el sonido vibrante y festivo de la costa oaxaqueña, DJ Vampiro adaptó la canción al estilo de la época, añadiendo elementos electrónicos, retazos de la letra original y el popular “za za za”, una expresión que había surgido en Veracruz y que se había convertido en sinónimo de fiesta y baile.

De una fiesta a otra

La adaptación de DJ Vampiro trascendió rápidamente las fronteras de Oaxaca y se propagó por todo el país gracias a las célebres recopilaciones no oficiales que circulaban en discos pirata. Eran aquellos álbumes titulados con frases como “Los éxitos de hoy” o “La música más prendida del momento”, los cuales se convertían en el soundtrack no oficial de fiestas, mercados, juegos mecánicos y transporte público.

La versión original de La Culebritica tiene raíces profundas en la música de la costa oaxaqueña, combinando elementos característicos de chilenas y huapangos. En ella se pueden escuchar acordes vibrantes de acordeón, timbales, güiro, bajo y guitarra, todo ello acompañado por una letra que evoca la picardía y el ritmo de los sones tradicionales de la región.

Lo curioso de la canción es el uso juguetón de los diminutivos:

“Yo tengo una culebritica,
Iba por una varitica,
A ella le decía que sitico,
Y ella que notico,
Me contestotico.”

Estos diminutivos, que en apariencia son simples, esconden una riqueza lingüística fascinante. Según la Nueva gramática de la lengua española (RAE y ASALE, 2010), los diminutivos pertenecen a la categoría de sufijos apreciativos. En el caso de -ico/-ica, su uso es especialmente común en el Caribe y algunas regiones de América Latina. Frases como “lo mismitico” son ejemplo de cómo estos sufijos no solo reducen el tamaño de un objeto, sino que también agregan matices afectivos, de cercanía o incluso de ironía.

El boom de la música del sur

El impacto de esta melodía ha sido tal que no se ha quedado en el ámbito local. Investigando un poco más, descubrí que La Culebritica ha sido replicada en diversas versiones por agrupaciones de cumbia, norteño y guapangos no solo en México, sino también en países como Perú, Bolivia y Ecuador. Incluso se han documentado adaptaciones instrumentales que incorporan nuevos arreglos, como trompetas y saxofones, o la reinterpretación de su estructura rítmica para encajar en otros géneros. Es como si esta melodía tuviera vida propia, reinventándose en cada rincón donde encuentra oídos atentos.

Esto me hace pensar en cómo ciertas canciones tienen la capacidad de trascender, no solo por su calidad musical, sino por su conexión cultural. La Culebritica es un ejemplo perfecto de la convergencia entre tradición y modernidad, donde un son regional se convierte en un fenómeno colectivo a través del remix, las fiestas y, claro, los autobuses polvorientos de nuestras carreteras.

Así, cada vez que escucho ese “za za za”, no solo me transporta a Pinotepa Nacional, sino también a esas tardes interminables de carretera y a la mágica capacidad de la música para unir geografías y generaciones. La Culebritica es mucho más que una canción; es un testimonio de cómo lo cotidiano se puede convertir en un fenómeno cultural universal, una danza entre lo local y lo global, un recuerdo que, con suerte, seguirá resonando en nuestros caminos.

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Eduardo López

Eduardo López

Comentarios

Comments

  1. Martha

    enero 17, 2025

    Mucha gente piensa que es de Perú, porque el grupo 5 la “hizo famosa”, o mejor dicho, esa canción les dió la fama. Pero ciertamente es muy mexicana.

    Reply

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