Años atrás decidí arrebatarle a Dios la responsabilidad de mis actos. ¿Por qué debería yo entregarle mis pecados, esos que la vida misma me había dado?Eran míos, mis cicatrices, mis trofeos, mi esencia.¿Acaso no son los pecados los que nos hacen humanos? Decidí que no los borraría, no los cargaría Él, porque yo, y solo …